Fue un año de claroscuros y mediatizado en gran medida por la pandemia, que volvió a resurgir con fuerza en la última parte del ejercicio. Todo presagiaba una vuelta paulatina a la normalidad cuando de repente la variante Ómicron se extendió por medio mundo, aireando viejos fantasmas y miedos del pasado más reciente. “Vacuna” fue la palabra del año –en 2020 lo fue “confinamiento”– pero también convivimos con otras como “next generation” o “microchips” y rescatamos del olvido colectivo un término económico inquietante: “inflación”.
A pesar de todo, en lo que respecta a la evolución de los negocios, el balance del ejercicio fue positivo. Y es que, a la recuperación de las ventas, hay que añadir el mantenimiento de los niveles de empleo y una buena cifra de resultados.
En otro orden de cosas, hay que consignar la conmemoración del 50 aniversario de la cooperativa Cikautxo, el nombramiento de Rosa Carabel como nueva directora general de Eroski o la presentación del libro biográfico sobre uno de los fundadores de la Experiencia Cooperativa: “Jose María Ormaetxea, toda una vida cooperativa”. Asimismo, fue el año del amartizaje del Perseverance en el planeta rojo; y Goimek colaboró en la fabricación de la antena del vehículo, de la mano de la ingeniería Sener.
